La terraza es uno de los elementos más expuestos a la intemperie de tu vivienda. Una buena impermeabilización evita filtraciones, humedades y daños estructurales.
1. Inspección y diagnóstico
Pendiente y desagües: Asegúrate de que la terraza canalice correctamente el agua hacia los sumideros.
Grietas y fisuras: Localiza puntos débiles donde pueda filtrarse el agua.
2. Membranas sintéticas
PVC y EPDM: Láminas flexibles y duraderas, se sellan con autoadhesivos o termosoldadura.
Fieltros modificados (SBS/APP): requiren imprimación y soldadura con soplete, muy resistentes al envejecimiento.
3. Sistemas cementosos
Morteros impermeables: Aplicación en capa fina sobre hormigón; permite transpirar el soporte y es compatible con baldosas.
Bicapas: Primera capa reforzada con malla y segunda de acabado, ideal para zonas transitables.
4. Resinas líquidas
Poliuretano y poliurea: Se aplican en frío con rodillo o proyectadas; forman una película continua, elástica y sin juntas.
Epoxi: Muy resistente químicamente, aunque menos flexible; mejor en terrazas técnicas o industriales.
5. Acabado y protección
Solado cerámico o deck de madera: Sobre la impermeabilización, aporta estética y durabilidad.
Juntas y sellados: Utiliza siliconas o masillas especiales en ventanas, barandillas y sumideros.